A qui os dejo la tercera parte:
Ya era de
madrugada y la única habitación que tenia la luz encendida era la
de Eli, pero la chica no estaba sola, Jude le acompañaba. Ambos
estaban recostados en la cama de la chica. Esta dormía profundamente
dentro de la cama, mientras que Jude estaba junto a ella sin taparse
acariciandole el cabello. Ambos se habían quedado hasta tarde
hablando y la chica había terminado por quedarse dormida. El chico
se levanto con sumo cuidado, sin despertarla, y salio por la puerta.
Eli estiro en
su cama cuando despertó por la mañana. Miro por todos lados, todo
estaba muy borroso en su memoria, pero se sonrojo fuertemente cuando
recordó que Jude se quedo con ella hasta muy tarde.
-Debió irse
cuando me quede dormida.- dijo para si misma. Luego reacciono y salto
de la cama.
Abrió la
puerta y miro por ambos lados del pasillo. Luego encontró a la
persona que buscaba bajando las escalera. Comenzó a correr y cuando
estaba a tres escalones de llegar al primer piso, ella lo llamo.
-Jude!- dijo
la chica llamandole la atención. El chico se giro y sonrió
divertido al verla.
-No deberías
cambiarte?- dijo el chico señalando con el dedo indice el pijama de
la chica.- Aunque te ves bien con cualquier cosa.- la chica se
sonrojo un poco ante el piropo, pero luego se sereno.
-Yo solo
quería... agradecerte... por comprender, ya sabes...- dijo la chica
ruborizada mientras baja unos escalones hasta quedar unos mas arriba
que Jude, quedando así a su altura.
-Solo tu
puedes solucionar esto. Ademas, comprendo tu situación.- dijo el
castaño.
-De nuevo,
gracias.- dijo la chica acercandose un poco mas al chico. Jude hizo
lo mismo. Sus labios se rozaron, pero...
-Que están
haciendo?- dijo una voz autoritaria. Ambos respingaron y se separaron
bruscamente. Eli se cayo para atrás y ambos miraron as su derecha.
Era el entrenador Travis.
-Jude, te
están esperando en la cancha.- dijo el hombre.
-Si.- dijo
Jude serio mientras comenzaba a caminar hacia la puerta. Eli
comenzaba a gatear escaleras arriba, pero...
-Hidetoshi¡-
dijo el entrenador. A Eli se le helo la sangre al escuchar su
apellido.- No quiero que lo desconcentres, menos ahora que el partido
contra Italia esta cerca.- la chica se puso de pie y lo miro, su
mirada era severa, bueno, como siempre.- Entendido?
-S-si.-
tartamudeó la chica. Hizo una reverencia y subió escaleras arriba
para poder cambiarse e ir al entrenamiento.
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Espero que os aya gustado (esta istoria es muy larga por eso la pongo por partes) chau.
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