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viernes, 21 de septiembre de 2012

Odisea en Roma! Debo volver a Licotte 4º parte

Ya había pasado casi dos días desde la discusión y Carmine y Eli no había cruzado ni una palabra. Eli estaba tan enfadada que no quería ni hablar con Diego, quien, junto a Leonardo, intentaban hablar con ella, pero ella se mantenía encerrada en su cuarto.
Eli estaba acostada en su cama sin hacer nada, simplemente no tenía animo de ver a nadie. En eso escucha como alguien abre la puerta.
-Lárgate, Diego.- dijo enfadada.
-Así tratas a tu viejo abuelo?- preguntó una voz algo gastada, pero cálida.
-Abuelo?- dijo Eli levantandose de la cama y corriendo a la puerta para abrazar a su abuelo.- Cuidado, mi niña, que me puedo quebrar en cualquier momento.- dijo burlón.
El hombre tenía unos 70 años, pero tenía un aire de niño que lo hacían ver más joven. Su cabello que en la juventud era castaño, ahora estaba totalmente de color blanco. Diego y Eli había heredado de él los ojos calipsos. El hombre tenía muchas arrugas alrededor de los ojos debido a que se ríe mucho y un poblado bigote yacía bajo su nariz. El hombre se separó un poco de su nieta y tomó su rostro entre sus dos manos.
- Por que no hablamos un poco?- Eli asintió y ambos se fueron a sentar a la cama.
Eli pasó casi una hora hablando de Raimon y de Inazuma Japon, de sus amigos, pero se mostraba algo evasiva con el tema de Paolo y Jude. El anciano Demetrio solo la escuchaba atentamente.
-Tu abuela ha hecho un gran mal al separarte de tus amigos.- dijo. Eli lo miró sorprendida. Era la primera persona que se lo decía, aunque fuera lo obvio.- Se nota que has madurado en el tiempo que has estado allá y definitivamente has sacado más carácter. Veo que estás más fuerte y me refiero a lo espiritual. Y también...
-También qué, abuelo?- preguntó Eli curiosa.
-También veo cierto brillo en tus ojos que antes no había, será amor de casualidad, mi niña?- preguntó con una sonrisa. Eli no pudo evitar sonrojarse y desvió la mirada avergonzada.- El amor no es algo de lo que debas avergonzarte, es la experiencia más hermosa de la vida, si me pides mi opinión. Y bien? Quién es el afortunado que le ha robado el corazón a mi nieta?- preguntó con una sonrisa. Eli no respondió.- Vamos, no hay nada que a este viejo fósil no le puedas contar.
-S-su nombre es Jude Sharp.- dijo tímidamente la chica.
-Conque Jude, eh? Nakata tenía razón en que era él el indicado para ti.- dijo con una mano en la barbilla. Eli lo miró sorprendida, Nakata había dicho que Jude era el indicado para ella?- Bueno, la cosa es que ese joven tiene mucha suerte. Y él a correspondido a tus sentimientos?
-Pues sí.- dijo sonrojada al recordar el beso en el aeropuerto frente a todos su amigos y miró discretamente su mano derecha, donde colgaba el brazalete que Jude le había regalado.
-Es un lindo regalo.- dijo Demetrio mirando el brazalete. Qué a ese viejo no se le escapaba ni una?- Y dime, tú ya le has dado el brazalete de amor?
-Pues sí... pero dudo que sepa de que se tratara, le dije que era un amuleto para la suerte.- respondió Eli.
-Yo creo que si lo sabe.- opinó el anciano. Luego suspira para ponerse de pie.- Bueno, ya es hora de que este viejo se vaya a la cama y te sugiero que tú hagas lo mismo.- Dijo comenzando a caminar. A Elii le llamó la atención que al pasar junto a su escritorio, su abuelo depositó algo en él y antes de que este saliera del cuarto, le guiñó un ojo.
Eli se puso de pie como un resorte y se acercó al escritorio, pero antes de poder ver de que se trababa, sintió como algo golpeaba a la ventana.
-"Pero si estoy en el segundo piso"- pensó Eli extrañada.
La castaña abrió el ventanal de par en par y salió al balcón para luego mirar para todos los lados, sin encontrara a alguien.
-Hey!- susurraba alguien desde abajo. Eli se asomó y se sorprendió de ver a Kimiko.- Tu abuelo ya te dio el pasaje?
-Pasaje? Qué pasaje?- preguntó la chica sin comprender.
-El que te debió dar.- dijo Kimiko algo fastidiada.- Vamos, apúrate, que no sé cuanto tiempo tengamos hasta que llegue tu abuela,
Eli la miraba extrañada. Que acaso esa chica se había vuelto finalmente loca? Pero luego pensó en lo que su abuelo le había dejado en el escritorio y corrió adentro para comprobarlo. Sobre la mesa había un pasaje para nada más ni nada menos que para ir a la isla Licotte. Eli estaba que no lo creía. Acaso su abuelo la estaba ayudando a huir? La chica miró en todas direcciones en musca de su maleta y se sorprendió de encontrar a sus dos primos con ella.
-Pero qué..?- preguntó la chica con una sonrisa.
-Lo planeamos todo con el abuelo.- explicó Leo.
-Nos hemos dado la libertad de hacer tu maleta, cosa que no fue fácil, porque la única oportunidad que tuvimos fue cuando saliste a caminar al estanque.- dijo Diego con un deje de fastidio. Eli sonrió y fue a abrazarlos a ambos.- Son los mejores primos del mundo.
-Lo sabemos.- dijeron ambos al mismo tiempo.
-Vamos, no hay mucho tiempo. Kim ya tiene 18, ella te llevará al aeropuerto.- dijo Leo mirando la hora en su celular.
Eli fue corriendo de vuelta en musca de su mochila. Metió en ella unos cuantos libros, su portatil y los objetos personales que encontró, como su diario y album de fotos. Leo y Diego la ayudaron a bajar sus cosas y meterlas al auto de Kim, o mejor dicho, al auto de su abuelo, el anciano les había prestado el vehículo. Eli aun llevaba el uniforme del instituto puesto, pero no había tiempo para cambiarse.
-Alguna vez te he dicho que adoro a su abuelo?- preguntó Kimiko divertida ya en el volante con la ventanilla baja para poder hablar con los dos muchachos. Eli ya iba sentada a su lado.
-Creo que lo has echo una... o mil veces en estas ultimas dos semanas.- dijo Diego.
-Ya, vayanse antes de que llegue la vie... digo la abuela.- dijo Leo. A lo lejos se podía ver la luz de un vehículo.- YA!
Kimiko subió la ventanilla y arrancó el auto. Elii le pegó una ultima mirada a la casa y desde la ventana del estudio de su abuelo se podía ver al anciano mirarla con una sonrisa. La castaña no pudo evitar dejar escapar una lagrima. Luego miró a Kimiko y se incomodó un poco.
-Por que haces esto?- preguntó Eli.
-Hacer que?
-Esto. Después de lo que te hizo mi hermano...
-Tú no tienes nada que ver en que Nakata y yo rompiéramos. Él se iba a la universidad y terminó conmigo, eso es todo.- dijo despreocupada, pero Eli sabía que la historia no era así de simple.
Nakata y Kimiko había sido novios cuando este estaba aun en el instituto. Era la pareja más conocida en todo el instituto, pero no todo pintaba tanto de color de rosa como parecía. Nakata y Kim, bueno, tenía bastantes cosas en común, pero solían pelear mucho y estar muchas veces en desacuerdo. Cuando su hermano se graduó se dio cuenta de que de verdad no sentía nada especial con Kimiko y lo llevaba sabiendo de un tiempo, pero no se atrevió a terminar con ella por miedo a herirla. Finalmente le dijo lo que pensaba y terminaron, cosa que a Kim nunca le gustó mucho, pero no había nada que hacerle.
-Ahí está el aeropuerto.- dijo Kimiko sacando a Eli de sus pensamientos.
-"Isla Licotte, ahí voy"- pensó Eli con una media sonrisa.

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